Estamos muy orgullosos del proyecto desarrollado en 2016 para la escuela The Atomic Garden en Madrid. Ha sido un trabajo muy divertido y hemos contamos con una libertad creativa que pocos clientes saben otorgar.
Al llegar al local nos encontramos con una nave enorme y desvencijada, antigua sede de una quesería. Un espacio con cierta decadencia pero cargado de posibilidades para ser trabajado hasta lograr una escuela con identidad propia.
El resultado salta a la vista, un espacio con mucha potencia y rotundidad, lleno de color y con el toque personal que sólo ellos saben darle.